La estructura de tu piel

No seríamos quiénes somos sin nuestra piel. Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cumple muchas funciones.

La estructura de tu piel¹

Nuestro órgano más grande tiene tres partes diferentes:

La epidermis es la capa más externa de la piel. El estrato córneo es la parte más externa de la epidermis y sirve como una barrera física que protege al cuerpo contra ataques externos tales como las temperaturas frías, la radiación ultravioleta y las infecciones. El resto de la epidermis en su mayoría cumple el rol de producir una barrera de piel.
La dermis, la capa media, contiene los vasos sanguíneos que abastecen a la capa externa. La dermis también contiene folículos pilosos, glándulas sudoríparas y terminaciones nerviosas. La hipodermis, la capa más profunda y la parte más gruesa de la piel, contiene células grasas. Estas forman una reseva de energía y permiten la regulación termal del cuerpo.
La hipodermis, la capa más profunda y la parte más gruesa de la piel, contiene células grasas. Estas forman una reseva de energía y permiten la regulación termal del cuerpo.

El rol de la piel²

Nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo y cumple muchas funciones. Un rol predominante es la protección contra ataques físicos como la fricción, los químicos y las infecciones, así como contra los dañinos rayos ultravioleta. Además de ser una protección contra fuerzas externas, es también nuestro mayor órgano sensorial y recibimos mucha información del mundo a través de las terminaciones nerviosas de nuestra piel. Estas experiencias van desde el calor, el frío y el dolor hasta el contacto reconfortante de los amigos y los seres queridos.

Otro rol importante de la piel es la regulación de la temperatura. Nuestra piel contiene entre 2 y 5 millones de glándulas sudoríparas y podemos sudar hasta 10 o más litros por día en climas cálidos para ayudar a nuestros cuerpos a enfriarse. Cuando hace frío, la generación de sudor y el abastecimiento de sangre a la piel se reduce para ayudar a conservar el calor en los órganos más profundos.